El país nórdico, cuyo modelo económico está estancado y vive sumido en una profunda y larga recesión para la que no encuentran respuestas, ha comenzado a especular con una tesis social tan novedosa y popular como arriesgada: regalarle dinero a la gente sencillamente sin ninguna razón. Esta propuesta ya ha entrado en una fase experimental. Desde enero el gobierno finlandés implementó lo que han bautizado como la renta básica universal, en la que 2000 ciudadanos recibirán 560 euros mensuales durante dos años. O sea, trabajen o no trabajen, el gobierno les va a regalar dinero. Sus defensores argumentan que esto no es un regalo, que es un estímulo para que la gente invierta ese dinero. Y aseguran que esta puede ser una manera de estimular el empleo para enfrentar la pérdida de puestos de trabajo ante el implacable avance de la tecnología y el cambio inevitable en el modelo económico y en los tipos de empleo.
El gran desafío al que se enfrenta esta idea, es la financiación. ¿De dónde van a sacar el dinero? Sólo hay dos formas: imprimirlo o quitárselo a alguien.
Para justificar la implementación exitosa de la renta básica universal dicen que los empleadores tienen que hacer que los trabajadores reciban altas remuneraciones por su trabajo, o lo que es lo mismo, tienen que aumentar los salarios muy por encima del nivel actual. Esto, sin ninguna base realista, de manera artificial y en detrimento del margen de ganancia del empleador o de los precios de los bienes que produce, porque no existe otra manera de financiar ese incremento salarial.
A la par, proponen una reforma fiscal que aumente los impuestos a las rentas altas (traducido a las claras, quítenle más dinero a los ricos), los edificios, los bienes, la producción de energía o la propiedad inutilizada. Porque la tesis es que siempre se puede aplicar más impuestos.
La verdad es que detrás de este experimento de ingeniería socioeconómica no hay nada nuevo. Por el contrario, es la eterna utopía de la izquierda que busca de quitarle al rico malvado para darle al pobre bondadoso. Dicen que hay que hacerlo, porque el capitalismo actual es incapaz de darle empleo a todo el mundo y el hombre siempre perderá en su lucha contra las máquinas. Eso dijeron en la Revolución Industrial, y miren hasta donde llegamos.
La llamada renta básica universal, lejos de compensar el desempleo, traerá mayor número de personas saliendo voluntariamente de la fuerza laboral. En Estados Unidos eso es lo que ha provocado el sistema de welfare: gente que prefiere vivir del dinero que les regala al gobierno antes que ganarlo trabajando en empleos mal remunerados, porque no están preparados para la competencia en el mercado laboral. Ni tampoco quieren capacitarse.
Por cierto, este experimento también lo están financiando en Oakland, Estados Unidos, y Utrecht, en los Países Bajos. Está destinado a morir antes de nacer.
Por cierto, este experimento también lo están financiando en Oakland, Estados Unidos, y Utrecht, en los Países Bajos. Está destinado a morir antes de nacer.
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